Pensaba titular esta crónica con algo así como “Neil Young is in da house”, pero creo que desmerecería a la banda y el concierto que vimos anoche en la Costello de Madrid. Lo cierto es que siempre que se habla de Niño y Pistola es inevitable hablar de sus influencias, abrazadas y exhibidas con orgullo por el quinteto gallego. Pero no nos engañemos: Niño y Pistola son mucho más que una banda de tributo o un homenaje a la extensa carrera de Neil Young. Además de que también beben de otros lugares, como los de las épocas más bellas de los Beatles (Abbey Road y Revolver), el propio George Harrison o hasta Tom Petty; la veterana banda de rock “a la americana” hecho en nuestro país tiene suficientes tablas y le sobra calidad para volar por encima de ellas y desarrollar un sonido y un carácter propios. Ayer nos lo demostraron a la nutrida delegación de madrileños con camisas de cuadros que nos congregamos en el sótano de la Costello (¿dejará algún día de oler este sitio a cloaca? soñar es gratis…). Podéis ver todas nuestras fotos del concierto en nuestro Flickr.
There’s A Man With A Gun Over There (2013) lleva ya más de un año publicado y estos parecen ser los últimos coletazos de su gira de presentación. Tal vez por ello el sonido sonara especialmente depurado, la seguridad de los cinco miembros de Niño y Pistola, aplastante y el resultado, sin duda, con el brillo y la emoción de quien recorre por enésima vez un camino que adora y conoce a la perfección. Las dos mitades en las que se divide There’s A Man With A Gun Over There se interpretaron completas y sin pausas, pero la que más destacó fue la que podríamos llamar “cara A” del disco, que se interpretó al final. Constituyó una ascensión emocionante en la que el mesh up final entre And Then The Rain Started con el You Can’t Always Get What You Want de The Rolling Stones funcionó a la perfección, poniendo a cantar sin complejos a parte de la audiencia. En mi opinión éste habría sido un final perfecto para la actuación en lugar del bis, algo más calmado y menos electrizante (aunque con un par de solos en la Telecaster de Manuel Portolés sencillamente deliciosos), con el que cerraron el evento.
Como mencionábamos, la carrera de Niño y Pistola ya viene siendo bastante extensa (cuatro LPs, ni más ni menos), y no se limitaron a presentar su último trabajo. A mi gusto de los temas pasados el que mejor sonó fue Catch The Sun, alegre y emocionante canción que funcionó como un reloj. Los numerosos tintes de psicodelia de la mano de los teclados de Ramón Martín tampoco pasaron desapercibidos y me dio la impresión de que, allá donde algunos de los solos de guitarra quedaban algo descoloridos, el teclado adquiría muchísimo más protagonismo en la versión en directo de Niño y Pistola que en su faceta de estudio.
Cabe destacar también que el concierto fue teloneado por Nocaut, banda local (bueno, de Alcalá de Henares, casi) de rock blusero que me era completamente desconocida pero que supo cumplir con creces. Las líneas de sus temas, si bien algo más sencillas que las de Niño y Pistola, fueron efectivas y consiguieron crear un ambiente amable y activo de cara a lo que vendría después. Fueron, sin duda, una buena elección. En resumen, de la mano de estas dos buenas bandas de rock tuvimos una noche genial en una Costello a la que el público acudió casi hasta llenar el aforo. Muy bien merecida la buena fama que tiene el directo de Niño y Pistola, más aún teniendo en cuenta lo poco habitual que es encontrar grupos de un folk tan puro, serio y bien hilado en nuestro país.
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